La crisis de “El Junquito”

El Junquito

Actualizado el sábado, 31 diciembre, 2022

En plena guerra entre el Frente Polisario y Marruecos sucedía un hecho que llamó mucho la atención en la opinión pública española: el Frente Polisario ametrallaba al pesquero español “El Junquito” en aguas saharauis y a la patrullera Tagomago que fue a rescatarles.

Más tarde se supo, que los pescadores faenaban con bandera marroquí y que tras el ataque, fueron rescatados por el Frente Polisario cuando en castellano les pidieron ¡no disparéis! identificándose como españoles.

Los militares españoles de la época, reconocieron que era una imprudencia que pesqueros españoles pescaran en esa zona en periodo de guerra.

Este triste acontecimiento demostró la precariedad de las embarcaciones canarias, a las cuales, aun reconociendo la situación de guerra de las aguas del Sáhara Occidental, no les quedaba más remedio que faenar para poder subsistir y hacerlo con bandera marroquí “siguiendo instrucciones de las autoridades españolas”.

El Gobierno español optó por la solución fácil de expulsar al Frente Polisario, desentenderse de su responsabilidad como potencia administradora del territorio, y ponerse del lado de Marruecos, que chantajeaba a las embarcaciones españolas haciéndolas faenar con bandera marroquí para provocar así la respuesta del Frente Polisario al ser imposible identificar la nacionalidad de los tripulantes.

Cronología

  • 20 de septiembre: ataque al pesquero El Junquito y a la patrullera Tagomago
  • 23 de septiembre: el Frente Polisario reconoce la autoría de los hechos
  • 28 de septiembre: el Frente Polisario libera a los marineros de El Junquito cerca de Tinduf
  • 29 de septiembre: España decreta la expulsión del Frente Polisario
  • 1 de octubre: Ahmed Bujari es detenido y expulsado el día 2
  • 6 de octubre: los pescadores de El Junquito reconocen que faenaban con bandera marroquí

El ataque

El 22 de septiembre de 1985, en plena guerra del Frente Polisario contra Marruecos, saltaba la noticia de que un pesquero español llamado “El Junquito” y la patrullera de la Marina de Guerra española Tagomago, habían sido atacados en aguas del Sáhara Occidental por el ejército del Frente Polisario.

Cuando se produjo este hecho el pesquero estaba situado a 21º 45′ Norte y 17º 10′ Oeste, en la zona conocida con el nombre de Ensenada de Villalobos la Vieja, dentro de la región de la Güera, a unos 40 millas al norte de la frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania, territorio en guerra.

El Junquito, lugar donde se produjo el ataque

Las noticias afirmaban que el ataque se saldó con un muerto, dos heridos, y siete desaparecidos. La delegación saharaui en París reconoció la autoría del acto.

El soldado fallecido era un cabo segundo de la Armada Española llamado José Manuel Castro Rodríguez, de dieciocho años; los marineros desaparecidos que estaban en poder del Frente Polisario eran Marcos Basco de León, Jacinto Rodríguez Pulido, Guillermo Batista Figueroa, Antonio Morales Taisma, Fermín Toledo Hernández, Francisco Santana Santana y Francisco Rodríguez Hernández.

El teniente de navío Francisco Olmo Vargas, capitán de la patrullera Tagomago, al ser preguntado si “el enemigo no trató de hundirles” respondió: “lo único que digo es que durante todo el tiempo nos estuvieron dando un aviso un tanto raro”.

El ataque coincidió con la petición de asilo político en España de 21 estudiantes saharauis que habían huido de Marruecos y llegado a Ceuta.

El Polisario reconoce la autoría

El día 23 de septiembre, un día después de que saltara la noticia del ataque, el representante en Madrid del Frente Polisario, Ahmed Bujari, leyó un comunicado en el que se reconocían los hechos y se justificaban por la violación de las aguas territoriales saharauis: “El pasado día 20 el pesquero «Junquito» que estaba faenando a menos de una milla de la costa saharaui, «en zona de guerra», fue atacado en un acto de «legítima defensa». Posteriormente hicieron lo mismo con la patrullera «Tagomago», a quien consideran «barco de guerra no identificado»”.

El comunicado continuaba:” El resultado del ataque contra la patrullera fue un muerto y dos heridos. Los tripulantes del pesquero «Junquito» fueron trasladados posteriormente a tierra en las balsas existentes a bordo”.

Bujari afirmó que uno de los tripulantes de El Junquito, el contramaestre Guillermo Batista, murió a consecuencia de este ataque y que el resto de la tripulación fue evacuada fuera de la zona costera, añadiendo “que nada tiene de particular contra los españoles”, y acusó a Marruecos de “implicar a países y compañías extranjeras en una zona de guerra”.

Por otra parte, los saharauis tomaban nota de las indicaciones de las autoridades españolas, en las que recomendaban a los barcos que faenaban en aquellas zonas, que no se acercaran a menos de doce millas de la costa al tratarse de un territorio en guerra.

Indicó también Bujari que el hecho acontecido se debió a la “conjunción de una serie de circunstancias, especialmente la negligencia por parte de la tripulación del pesquero, por no haber seguido atentamente las recomendaciones de las autoridades españolas y del propio Frente Polisario».

Insistió que las “fragatas y patrulleras marroquíes, que eran de fabricación española, no cesan de patrullar en esa zona, siendo su diferenciación muy difícil”. Al final del comunicado, el Frente Polisario afirma que “Marruecos sigue induciendo al error a empresas y Gobierno extranjeros”.

El ejército español crítica se faene en zona de guerra

Días después del ataque, el 24 de septiembre, el jefe de la sección de Operaciones y de Inteligencia del Estado Mayor de la Zona Marítima de Canarias, el capitán de corbeta Garat, criticaba el acercamiento a la costa del pesquero «Junquito» en declaraciones a la agencia Otr-Press: “Habría que concienciar a nuestros pesqueros para que respeten los acuerdos internacionales. Fíjese que el pesquero origen del incidente estaba sólo a milla y media de la costa”.

Socorro Hernández Acosta, viuda del contramaestre Guillermo Batista fallecido en el ataque al pesquero El Junquito, manifestó estar “agradecida al Frente Polisario porque ya me devolvió hace cinco años sanos y salvos a mi hijo Guillermo y a mi sobrino Isidro, que fueron capturados a raíz del apresamiento del Costa de Terranova”.

Liberación de los marineros

El Frente Polisario liberó a los tripulantes de “El Junquito” en las cercanías de Tinduf el sábado 28 de septiembre, y fueron entregados por el presidente de la Media Luna Roja Saharaui, Habiballab Mohamed, a Natividad Moreno, funcionaria del consulado español en Argel que había llegado en vuelo regular acompañada de once periodistas.

A propósito de la liberación de los marineros, en un comunicado oficial, las autoridades saharauis reiteraron su llamamiento a “todos los Gobiernos y empresas del mundo no autorizadas previamente por el Gobierno saharaui para que se abstengan de enviar a sus representantes o invertir en la RASD, equivocados por la falaz propaganda marroquí”.  “El ataque a «El Junquito», no es de ningún modo un gesto anti-español, ni responde a ninguna clase de cálculos políticos o de otro orden, sino que, constituye un acto de legítima defensa de la soberanía nacional saharaui”.

El diario El PAÍS en su edición impresa del 29 de septiembre recogía: “Guillermo Batista Hernández, hijo del contramaestre de El Junquito, no le guarda al Frente Polisario un rencor que sería explicable por la muerte de su padre. Y es que Guillermo, de 38 años y unos 24 en la mar, fue capturado por el Polisario en 1980, cuando era tripulante del Costa de Terranova, y permaneció retenido cerca de dos meses. “Pasas mucho miedo”, dice, “y además hacía poco que había desaparecido el Cruz del Mar. Pero no tuvieron con nosotros ni malas palabras ni nos amenazaron nunca, y no nos faltó de nada”.

El periódico continuaba diciendo: “Curiosamente, los pescadores canarios que alguna vez han sido retenidos por el Frente Polisario a su vuelta a las islas se han convertido en los mejores propagandistas del Frente Saharauis y canarios han sido siempre “como hermanos”, puede afirmar cualquier pescador en el puerto. Unas relaciones que ahora pueden agrietarse por la muerte de Guillermo Batista. Aunque su hijo afirma que “dentro de un par de meses la cosa se calmará y todo seguirá como antes”.

La crisis de “El Junquito” no hizo sino aflorar las difíciles condiciones de trabajo y existencia de los pesqueros artesanales de Las Palmas, faenando en zona de combate, la mayoría de las ocasiones en situación ilegal. El armador del “Graciosa” hacía entonces estas manifestaciones a la prensa: “No hay más huevos que ir a la costa. No podemos pescar en otros sitios”.

La expulsión del Frente Polisario

Un día después de la entrega por parte del Frente Polisario a las autoridades españolas de los tripulantes de “El Junquito” y el cadáver del contramaestre Guillermo Batista, se emitía un comunicado desde la Oficina de Información Diplomática en el que se decretaba la expulsión del territorio nacional de todas las personas identificadas como miembros del Frente Polisario y se procedía al cierre inmediato de las oficinas de información que “en régimen de tolerancia mantenía en España el Frente Polisario”.

A la vez, el Gobierno de España, prevenía a los armadores canarios del peligro que entrañaba faenar cerca del litoral del Sáhara, reconociendo implícitamente que era una zona en guerra.

Bachir Mustafá Sayed durante una cena de despedida ofrecida por el Frente Polisario a los pescadores españoles, pidió al Gobierno de Felipe González “no humillar al pueblo saharaui, permitiendo que los pesqueros españoles que faenan en aguas territoriales de la RASD lo hagan enarbolando pabellón marroquí”.

A su llegada a España, ninguno de los tripulantes de El Junquito quiso hacer declaraciones sobre las circunstancias de cómo se produjo el ametrallamiento.

Según se recoge en la edición impresa del diario EL PAÍS de 30 de septiembre:

<<Confirmaron, eso sí, que se hallaba faenando con las dos banderas, la marroquí y la española, al encontrarse en aguas territoriales marroquíes. No precisaron cuál de las dos banderas llevaban en el pabellón de mando. El patrón de El Junquito, Marcos de León, afirmó que sólo cuando el Sáhara “sea libre e independiente como todos los pueblos” podrán pescar allí “con tranquilidad los pescadores canarios”>>

Bujari detenido y expulsado

Ahmed Bujari, fue detenido el 1 de octubre por cinco miembros del Cuerpo Superior de Policía para ser conducido al aeropuerto de Madrid-Barajas, desde donde sería expulsado de España.

En el momento de su detención se le iba a ofrecer una cena de despedida con unas 200 personas simpatizantes del Frente Polisario, de la Asociación de Amigos del pueblo saharaui y del PCE.

Bujari, dijo respetar la soberanía de España y que iba a ser consecuente con la misma, reconociendo que su expulsión era “una cicatriz difícil de curar” añadiendo que “de todas formas, de las grandes batallas nacen los grandes amigos”.

Hasta 1989 estuvo suspendida la presencia de la delegación saharaui en España.

Mientras esto ocurría el secretario general de la Cofradía de Pescadores de San Ginés (Lanzarote), Domingo Delgado Morín, declaraba: “Seguiremos pescando en la zona, con la máxima precaución, porque no queda otro remedio”.

El 6 de octubre se afirmaba que el Gobierno de España adoptaría medidas que contarían con la cooperación de Marruecos para evitar que los pesqueros españoles trabajen en áreas críticas disputadas por Marruecos y el Frente Polisario, reconociendo implícitamente que era zona de guerra y que se debía evitar faenar en esa zona, por los riesgos que eso entrañaba.

Se reconoció también que faenaban con bandera marroquí como puede verse en la edición impresa de EL PAÍS del 6 de octubre en la que se recoge “Los pescadores de El Junquito, ametrallados primero y capturados después por el Polisario en la bahía de Santa Ana, han reconocido tras su liberación que trabajaban con bandera marroquí, como es usual en aquella zona, y siguiendo instrucciones en este sentido de las autoridades españolas”.

El periódico proseguía diciendo que: “Las fuentes gubernamentales consultadas por EL PAÍS descartan absolutamente la existencia de instrucciones oficiales en el sentido de aconsejar el uso de la enseña marroquí”.

Los pescadores instaron al Gobierno de España a “buscar soluciones o retirar la flota del Sáhara mientras dure la guerra, sin obligarnos a faenar a un margen de distancia de la costa”.

Como respuesta el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados negó que los pesqueros que operaban fuera de la franja de 12 millas del banco sahariano estaban desprotegidos, afirmando que los medios que se poseían estaban diseñados en función de los reglamentos internacionales y de las instrucciones dadas por el Gobierno español, pero no podían cubrir a aquellos que no seguían estas normas y faenaban dentro de las 12 millas de la costa del Sáhara, que es “zona de guerra”.

Una vez más el Gobierno de España reconocía que el incidente se había producido en zona de guerra.

El 14 de octubre y con una repercusión mediática que nada tuvo que ver con la crisis de “El Junquito”, se anunciaba que “tres pescadores canarios fallecieron al chocar el pesquero en el que trabajaban, el Alcoco, con un, buque soviético, cuya identidad se desconoce y que no pareció percatarse del accidente, pues siguió su ruta, pese al sonido de la sirena de la embarcación española”.

Mientras tanto, Marruecos detenía durante días en el puerto de Casablanca al pesquero Ifach de Calpe con 13 tripulantes a bordo. El patrón del barco, Manuel Botella, afirmaba que sin duda Marruecos estaba aprovechando el viento a favor tras el incidente de “El Junquito”

Días después se supo que España rechazó una propuesta, con anterioridad al incidente de “El Junquito” y Tagomago, para identificar pesqueros que faenaban en aguas saharauis.

Según el diario EL PAÍS “Esta revelación fue hecha por dirigentes del Polisario a una delegación de asociaciones de amistad con el pueblo saharaui, de Canarias, Madrid, Zaragoza, País Vasco y País Valenciano en los campos de refugiados de la región de Tinduf”.

En octubre de 1986 el que fuera Ministro de Asuntos Exteriores de la RASD Omar Mansur declaraba e insistía en una entrevista a El País que: “Lo que no podemos es seguir haciendo concesiones con nuestra soberanía. Ahora bien, sí el Gobierno español nos informa de que un pesquero o un barco de otro tipo pretende acercarse a las costas saharauis, nuestra actitud sería distinta. Como también lo sería con la empresa armadora que nos avisara previamente de sus intenciones. Entonces estaríamos dispuestos a llegar a un modus vivendi. Lo que no podemos aceptar es que España destine fondos a Marruecos por utilizar nuestras costas.”

 


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La crisis de "El Junquito"
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La crisis de "El Junquito"
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En plena guerra entre el Frente Polisario y Marruecos sucedía un hecho que llamó mucho la atención en la opinión pública española: el Frente Polisario ametrallaba al pesquero español “El Junquito” en aguas saharauis y a la patrullera Tagomago que fue a rescatarles.
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saharaoccidental.es
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