El 2 de noviembre el entonces príncipe Juan Carlosvisita inesperadamente El Aaiún para contrarrestar el fuerte malestar del Ejército ante la situación creada, declarando: “España mantendrá sus compromisos y tratará de mantener la paz (...) Deseamos proteger los legítimos derechos de la población saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia lo exigen”.

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